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domingo, 24 de noviembre de 2013

The hunger games: catching fire

"Los juegos del hambre: En llamas" (2013) Francis Lawrence - EEUU



Buena película. Buen blockbuster. No al nivel de la puntuación que recibe.

Por el momento la suerte sí está de su parte.

Para quien lo desconozca, un blockbuster en cine es una producción dirigida a maximizar recaudación en un mercado masivo. 

A la primera, "The hunger games" le daba un 6; a esta le doy un 6.5 y sentía predisposición por un 8 antes de verla. En IMDB la pasan del 8, una aberración, y en filmaffinity la ponen en torno al 7.5, excesivo. Para mí, todo lo que pasa del 6 es digno de ser visto. La subjetividad de cada uno de nosotros se encarga del resto.

La trilogía de Nolan sobre Batman es superior, más seria, de mayor desarrollo. Quizás Nolan no sea tan masivo en sus guiones, pero lo suple con el minutaje destinado a las tomas de acción y así crea un blockbuster que nos deja a todos más contentos, más universal, más masivo, mejor. A recordar que Nolan, aparte de su excelsa trilogía, tiene en su haber, "Origen" y "Memento", casi nada.

Contar con Jennifer Lawrence en cartel hoy por hoy es garantía.

Bastantes secundarios hacen crecer a sus personajes más allá de los minutos que disponen.

El mentor Woody Harrelson, Elizabeth Banks en su rol de asesora de imagen, y que cuenta con una escena muy visual, de una urna para una extracción, muy conseguida. Una Willow Shields que como hermana de Katnnis, Primrose Everdeen, aprovecha cada minuto, cada escena, cada suspiro en que aparece. Su madre deja que desear.

Los otros dos lados del triángulo Katnnis, Peeta Mellark (Josh Hutcherson) y Gale Hawthorne (Liam Hemsworth) sirven para cerrar uno escaleno, en el que el mayor ángulo es propiedad indiscutible de Jennifer. Sus ojos, sus miradas, sus muecas, su gesticulación,... la convierten por talento y exhibición en una de las mejores actrices jóvenes del momento.

Stanley Tucci está bien, fácil para él.

Me sorprende Jena Malone, muy bien con muy poco, muy trabajado, da personalidad a su personaje.

Donald Sutherland cumple, aunque a su presidente Snow lo dotaría de una maldad menos distante, menos displicente, más temerosa, más insegura, más autoritaria, más cobarde, más cuestionada, de mayor preocupación palaciega. Más humano, más próximo, y en mi gusto, más real. John Malkowich también lo haría bien.

Lenny Kravitz tiene la suerte de encarnar un personaje que debe un mucho a los encargados del vestuario, pero que él realza, dándole serenidad, credibilidad, compromiso y racionalidad. Muy bien para su poco tiempo de pantalla.

Aparece un nuevo director de escena, Plutarch (Phillip Seymour Hoffman), que a diferencia del libro, no da ninguna pista, sólo una frase de intriga en el corto diálogo que mantiene con Katniss. El público que no ha leído la obra no puede intuir lo que más adelante sucederá y que explicaría parte de lo que ocurrirá durante el transcurso de los 75º juegos del hambre.

Hoffman encarna un personaje dotado de tanto poder en la sombra que merecía mayor desarrollo, más explicado. Su acceso al Capitolio al menos; dejemos en intriga su origen, su motivación,... En "In time" nos muestran cómo se cambia de zona en dos minutos de cinta, aquí bien podrían haberle dedicado también ese par a Plutarch en detrimento de algún castigo de plaza mayor, que no aporta nada que no sepamos.

Deberíamos haber sabido más sobre cómo los participantes se toman la buena nueva de los 75º juegos del hambre, sobre cómo la censura se diluye, sobre cómo la represión se ve desbordada, cómo prende la llama del descontento, cómo se gesta una revuelta que germinó en su primera entrega.

Mientras estaba en la proyección, en un momento de la acción del último tercio  una flecha al aire me transportó de "Battle royale" a "El show de Truman" y Truman me complació infinitamente más, más creíble, más cruel, más injusta, más revolucionaria, más preocupante, más indignante, más posibilista, más terrible, más plena de contenido, más digna de puntuar con un 7.5; que las notas sirven para catalogar, para diferenciar, para informar.


"Los juegos del hambre: en llamas", secuela que avanza en el camino que nos llevará a un desenlace que no requiere dotes de adivinación. A un desenlace que debería sentir con el crescendo de "V for vendetta", y que siento en recuerdo de "V", esa serie de reptiles alienígenas que colonizaban nuestro planeta y sus movimientos de insurrección, que siento al uso de "Total recall", la de 1990. Lástima. Me esperaba más.

Bien filmada, con un plano de apertura que me ha encantado, con buenas escenas de acción, con cuidado vestuario, peinados, ambientación, siguiendo las pautas de su predecesora, que no es tan inferior a esta, ni mucho menos.

Con un cierre de pantalla a cargo de Coldplay que suena a Coldplay, que no ofrece nada nuevo, agradable de escuchar un par de veces, pero distante del himno que solicita lo que se adivina continuará. Alejados por ejemplo del "Love song for a vampire" de Annie Lennox para "Bram Stoker's Dracula". El talento de Coldplay nos debía haber dado más. La película, también.


Buena película, no es obra de arte, pero hace pasar un buen rato. Me debería haber despertado alguna neurona, más ahora que nuestra sociedad parece agitada. Me hubiera gustado que fuera más cercana a "Fahrenheit 451", a "V for vendetta", a "The wall", a "The East",...

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