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lunes, 18 de noviembre de 2013

Montajes de Cine (02)






Sigamos con el experimento. Que a nadie le sorprenda el inicio del clip, al tratarse de fragmentos de una cinta de mayor duración, arranca en el final de la canción anterior.

Estoy en plena fase de pruebas de streaming ya que desde Youtube, Dailymotion, Vimeo,.. hay problemas con los copyrights.

Las plataformas no distinguen lo que es estudio, de lo que se considera violación de derechos digitales.

En éste podremos escuchar a Pink Floyd con su "The wall Part 2" y película homónima de Alan Parker. Leonard Cohen con "Everybody knows" en "Exotica" de Atom Egoyan, y a Boy George  con "The crying game" en la obra de Neil Jordan.

Para "The wall", me he centrado en la niñez de Pink. La disciplina a la que es sometido, a como se coarta su intimidad, con un profesor que lee su poema en alto para avergonzarlo ante el resto, poema que forma parte de la letra de la canción "Money", del disco "The dark side of the Moon".

Pink anhela el pensamiento que esta humillación provoca y que desemboca en una rebelión ante el sistema establecido. Sueño en vigilia que persigue la justicia que le olvida, liderar el cambio. Un cambio en el que nadie quiere dar el primer paso, en el que nadie quiere quedar identificado, el que todos aguardan escondidos, agazapados y a la espera de un movimiento gregario, colectivo, anodino, anónimo. Pink se convierte en su líder, el que les construye el puente que une miedo y acción, el que lleva a la revolución. Permite el paso a sentimientos dispares que fluyen como río al desbordar.

La letra, en una traducción libre, dice: "No necesitamos educación. No necesitamos control mental. Nada de oscuro sarcasmo en clase. ¡Profesores! ¡Dejad solos a los alumnos! ¡Eh! ¡Profesores!, ¡dejadlos solos! Todo ello no es más que otro ladrillo en el muro. Con todo, no eres más que otro ladrillo en el muro...."

Buena película, de incómoda digestión, en la que es aconsejable estar documentado antes de verla para poder disfrutarla como Roger Waters merece, como nos merecemos.

De una revuelta, pasamos al ritmo pausado de Leonard Cohen con su "Everybody knows" sonando en el local donde trabaja la bella Christina (Mia Kirshner).

En "Exotica", Atom Egoyan crea una película redonda, que vas saboreando para alcanzar un clímax en el que todo guarda lógica, en el que todo queda enlazado, explicado, bien resuelto y al que la letra de la canción aporta mayor sentido.

Película de bandera canadiense, que cuenta sucesos que acontecen en Canadá, al abrigo de la canción de su emblemático poeta.

Me gustó mucho. Me sorprendió su pausado acontecer. Todas las actuaciones me resultaron convincentes. De original guion, estructurado, pensado y bien expuesto en imágenes.

Terminamos con Boy George, su "The crying game" e Irlanda de fondo en una película de Neil Jordan.

La vi en su estreno, y me llevé la sorpresa del rosco de Reyes, entera y verdadera, lo mismo que le pasó a Stephen Rea.

Neil Jordan es un director que me gusta, suele hablar de su país, de hecho "The crying game" tiene muchas similitudes con "Desayuno en Plutón".

La película tiene partes diferenciadas, siempre con inquietud política, de denuncia, de desagrado sobre parte de lo que le rodea, sobre algo que cree no se merece la sociedad, sobre peajes que no tenemos por qué pagar cuando no transitamos autopista, pero que nos cobran como cánones impositivos.

No cabe duda del espíritu autocrítico de Neil Jordan, renuncia a tópicos y lo describe de forma dura, sin contemplación, en la que la inercia de lo absurdo cobra velocidad.

Los personajes desarrollan un guion que los tiene encadenados, en un estilo Shakesperiano.

En fin, 3 películas bien distintas dignas de ser vistas.

Una que requiere mentalizarse antes de verse, otra que sorprenderá por un puzle que sólo se deja ver en la última pieza, y una que hace uso de lo infrecuente para narrar crónica de vida, crónica de una lucha en su parte más absurda, más egoísta y más sectaria.

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