¿Ejercicio egocéntrico o concéntrico? Sin duda, concéntrico. Blog para compartir eje con debate, discusión y afición, que nos ayude a evolucionar, crecer y ser más libres.
Película interesante. Su hábitat es de gran ciudad, que habla de
artistas, de creativos y sobre como el dopaje se hace imprescindible para
acompañar ciertos trabajos cuando tienen por sello de garantía la creatividad. El contexto se adorna con el mundo de la música, gira en torno a
qué entienden algunas personas por la palabra "empresa", que aparte
de coincidir mi manera de verlo con el protagonista, resulta gratificante
escucharlo.
Mark Ruffalo está impresionante, en
alguna escena quizás pelín histriónico (cuando lanza unos CD's desde la
ventanilla de su coche en plena, luminosa y poblada calzada), pero durante toda
la obra hace exhibición de dotes para la actuación, con giros de todo tipo.
Keira Knightley no está
mal, muy delgada, excesivamente delgada y ayudándose en escenas de la
exhibición de sus incisivos inferiores y superiores, a lo "Love
actually"; me gustó pero seguro que puede dar más de sí.
El trabajo de vestuario es
más que digno, muy apropiado, en una miscelánea que sólo traslada realidad
cotidiana.
El guion tira de alguna que
otra muleta, pero es que aún y con ello, me lo creo y lo creo posible si
dejamos a un lado las vicisitudes sentimentales de Keira con su partenaire, que
me resultó flojito en comparación al resto.
La ex-mujer de Ruffalo, Catherine
Keener, y su hija, Hailee Steinfeld, también actúan genial. La escena en la que
la hija tocará la guitarra, justo cuando le dicen que lo haga, cómo gesticula,
cómo se mueve hasta que se levanta, es tan real como lo cierto, ¡Bravo por
ella!. Os dejo su link y el de otra escena excelente. Diálogos ingeniosos y
posibles, tomas de NY de día y noche que trasladan una ciudad en permanente
vigilia, que trasladan una posibilidad de hacer lo que te plazca envidiable,
cuando por ejemplo conviven transeúntes y equilibristas de las dos ruedassin
ninguna raya pintada en el suelo que delimite el espacio, un espacio que es de
todos y que por encima de todos es de la convivencia,para qué las rayas, para
qué las normas,¡Viva Ender y sus games! De su director sólo he
visto "Once" (2006), de factoría Irlandesa; basada en un entorno
similar, la música, una música que le inspira para narrar sucesos de vida y
buen cine también.Merece la pena verla, y
merece la pena sea en v.o. para valorar a Mark Ruffalo, una completa bestia
suelta por el escenario.
Pd.Comercializan la música
sin intermediarios. Parafraseando a un personajillo que está en mi lista de los
100 más odiados:¡Al loro!
La traducción de "The giver" vendría a ser aquel que da, aquel que transmite, el "dador", parecido a un tutor que es albacea de su propio legado.
Película que narra, bien, una fábula de interés para las mentes menos corrompidas de los más jóvenes. Su estilo de narración no ha dejado de evocarme “Cloud Atlas”, si bien no admite una justa comparación por el público al que queda destinada.
Sus mensajes nada tienen en común, una exhibe un círculo que se reitera en el tiempo, la otra trata de hacer ver que todo cuanto tenemos no es malo, que la represión no supone nunca solución -entiéndase lo mismo que inhibición-, que quedar dirigidos por sistemas autárquicos siempre tendrán problemas de naturaleza endogámica; no todos somos sabios, ni todos tenemos pretensión o capacidad para serlo.
En un terreno similar habitaría "El bosque" (2004) de M. Night Shyamalan, superior con creces, una obra muy buena y muy mal valorada, que eso guardan también en común ambas películas.
En neón tenemos a Meryl Streep, Jeff Bridges, Alexander Skarsgard (prota en True blood, The East) y Katie Holmes; en el epicentro del cuento, Brenton Thwaites. Todos lo hacen bien.
Jeff Bridges se la juega en producción y el cierre de telón corre a cargo de OneRepublic, con un tema adecuado al público en el que debería hacer mella; la música es de Marco Beltrami, que me ha gustado, pero de la que me hubiera sentido más satisfecho con composiciones más minimalistas, menos orquestadas, menos perceptibles; cuestión de gustos, sólo eso.
Dentro de los aconteceres y que pueda ser escrito sin ser spoiler diré que parte de los efectos visuales de la fábula corren a cargo de un hipopótamo de peluche que resulta ser un elefante; en “Elysium” de Blompkamp hay un fragmento perfecto, del que dejo su link. (Como está en inglés, sin subtítulos y no he encontrado por la red ninguna otra versión, en abreviado diré que la niña le cuenta un cuento a Matt Damon acerca de un hipopótamo y una suricata hambrienta, y de como la suricata, a lomos del hipopótamo consigue alcanzar fruta de los árboles; él, interrumpe bruscamente la historia para preguntar: ¿y qué consigue el hipopótamo?, ¿para qué quiere hacerlo?; a lo que la niña contesta: claro que lo desea hacer, consigue a un amigo; gran escena en “Elysium” que aquí se reitera con el peluche, de similar impacto en antagónico medio)
Es una historia contada con pausado ritmo, un pausado que no se diluye, una exposición que no decae en ritmo, que en torno a un trío de amigos nos adentra en la mutación de la sociedad, en sus ventajas y en sus inconvenientes. Una película que huye de acción, transcurre en el mundo del pensamiento, en un entorno de cambio del cambio.
Traslada acertadamente cuestionar tu presente, la inquietud por lo que es tuyo, por lo que percibes es tuyo y, que quien sea te ha negado. Exhibe el gregario comportamiento de una gran fracción de la raza humana, un gregario comportamiento que veo con claridad nefasto cuando los móviles no sean envidia, egoísmo, odio o el empleo de la fuerza para disponer lo que no ha sido nunca tuyo, que en esos entornos también somos capaces de tener gregarias conductas.
Hemos asistido a más de diez horas de proyección de "El hobbit" para que Peter Jackson emplee al espectador al estilo Santiago Segura, además Jackson con el King Kong de por medio, no me viene a la memoria un insulto tan grande a una buena obra, a una historia que en el 1993 se reeditó con mejor gusto pese a que todo el mundo le dio en su día por loar al neozelandés cuya mayor virtud, aparte de sus primeras obras, reside en la inconmensurable “La comunidad del anillo”. Aquí, en hora y media, se ventila el cuento, y tampoco hace falta más. Director y productores no se dan el lujo de tomarnos el pelo como tanto se empeñan muchos otros en nuestros días.
En los créditos aparece la cantante Taylor Swift (ha sido la motivación que he tenido para interesarme por esta película), con un breve rol que no permite opinar nada bueno ni lo contrario, no exige actuar prácticamente y Jeff Bridges se sienta a su lado para que no esté a solas frente a la cámara, frente a la actuación. Esperaremos mejores ocasiones, que las habrá, estoy seguro.
La historia en sí hace aguas por todos los lados, las preguntas serían tantas que no cabe hacérselas, sólo cabe pensar en que dispone todos los elementos para estructurar una crítica accesible, y si no original, si bien servida para el gran público. No es “Distrito 9”, no es “Elysium” tampoco, pero ha su lugar por encima de muchas de las que quedan adheridas al género de la ciencia ficción.
En cierta medida expone fragmentos de la obra de Huxley “Un mundo feliz”, en sí no es nada nuevo, el uso del blanco y negro y el color no está todo lo conseguido que me hubiera gustado, pero todos los roles protagonistas, el triángulo Bridges, Streep, Thwaites funciona.
No voy a decir que es una gran película porque sería mentir y lo que es peor, mentirme, pero sí que les digo que es una buena propuesta para niños a partir de los 9-10 años, para que vean y escuchen mensajes envueltos de de carne y hueso, que no sea trasladado por animación, para pasar una agradable tarde de familia y poder comentar qué le ha parecido a cada uno. No se pierde el tiempo mirándola, es un cine de ficción como digo, ingenuo, con un mensaje que me convence, que no es nuevo, pero que está bien exhibido, bien construido para la pantalla.
Oirán o leerán la palabra “distopía” cuando a ella se refieran, para quien no lo sepa, distopía es “Los juegos del hambre”, por citar un ejemplo teen (adolescente) reciente, y vendría a ser un mundo indeseable, un mundo que debe ser mutado, un mundo que debe ser mejorado o reconstruido desde sus cimientos y al que se ha llegado, en la mayor parte de novelas, como la mejor opción de cambio evolutivo del que conocemos en nuestra realidad. Cambio del cambio. Ya se dice que el hombre es el único animal capaz de tropezar dos veces con la misma piedra.
Los críticos le dan un aprobado justito, yo no llego al 7, pero paso con holgura el 6.
Una industria que me
fascina, de la que no sé absolutamente nada, pero que me aporta tanto que
gracias no rinden pleitesía.
¿Qué es cine a mi entender? Gran cine es aquel que no te deja
valorar lo que has visto porque te ha atrapado de tal forma que anonadado te
quedas. Sólo sabes que es perfecto, sólo con eso te quedas, no se requiere más,
tampoco menos.
¿Y qué conforma al cine? Sin duda su credibilidad, ya sea
ficción o no; que sea capaz de transportarte mentalmente a la pantalla, que lo
vivas, que lo sientas, un poco menos de lo que Aldous imagina en su "Mundo
féliz", excesivo que será el tipo; convencido estoy que a Aldous le debía
encantar, y su carácter insaciable le pedía mucho más que este 3D que aún dista
de lo que queremos/pedimos/exigimos percibir.
¿Cómo se consigue? Con creatividad. Algo que todavía está en un
poder humano, algo que máquinas no saben detener, ni siquiera alcanzan imitar.
Con trabajo; un inmenso e inimaginable trabajo, de cientos de personas que
actúan bajo la batuta de un general de tropa en plena batalla, de la guerra en
la que dirimirá su vida militar.
Siempre leo los títulos de crédito, siempre leo el nombre de
personas desconocidas, asistentes de actores, ni yo mismo sé su por qué, sólo
sé que me los leo, de producción, imagen, fotografía, montaje, tantos y
tantísimos que ignorados son por todos; ¿qué seríamos sin ellos?, páginas del
libro faltarían , sin ellos no tendríamos nada. Esos que salen en la lista,
esos, y que creo que muy pocos leemos en la medida de lo factible, porque son
muchos y va muy rápido, más o menos como la vida; personas de talento que
quedan en anonimato, sin que eso sea malo, pero si ignorado. Cuando conozco
cualquier persona nueva, siempre estoy pendiente de qué puedo obtener de ella,
una mezcla de egoísmo y despotismo, en función de cuál sea mi percepción, que
no razón. Nuestro mundo es un gran mundo si alcanzas a conocer la diversidad
que lo conforma, y lo tengo comprobado como parásito que soy de quien aporta
sin pedir a cambio, aunque no esté en condiciones de acreditar un estudio
sociológico que lo corrobore. Por igual que en cualquier religión se requiere,
en este caso, un acto de fe, de insignificante coste.
¿Cómo debemos valorar un director? Por su todo. Por la victoria.
Por ese neón que le hace levitar al altar. Por esa batalla en que cada película
va a representar en una guerra en la que tiene que ser valorado. Por sus
victorias, aunque pierda la guerra, pero que no sean pírricas, o que sean
derrotas como la de Leónidas en "300"; a veces ganarás por
desigualdad, eso tampoco recibirá mi crédito. Si el guion es imperfecto, debes
exigir reescribirlo; si la luz es inadecuada, cambiarla; si el actor gesticula
o declama mal, debe reiterarlo; si la ropa no es adecuada debes pedir qué
quieres. ¿No es cierto que recibe todos los honores? excesivo y propio de unos días
que valoran el individuo prescindiendo de forma insultante lo colectivo, pues
también debe recibir las mayores críticas, ya sean o no constructivas. Es un
rol incompleto, un rol que adquiere dimensión de forma directamente
proporcional al equipo de personas que haya sabido aglutinar, eso es un
director, y no sólo en cine, que vale para cualquier ámbito. No me sirven las
excusas de productores y sus exigencias, dí que no y que lo hagan otros, lo
mismo que cuando no quieres trabajar a quien no te abona en reciprocidad o te
pida el camino de Darth Vader. No hay piedad para el director, si tuyo es el
nombre, si tuyo es el epicentro, tuyo es el todo.
Siempre he pensado, y lo sigo pensando,que el director está
sobrevalorado; seguro que hay otros Mesi y CR7, pero qué sería de ellos sin el
resto de comparsas. Claro que existen los Chaplin, Allen, Almodóvar, Wilder,...
pero son raras avis y conste que Chaplin está, en mi escala, a años luz de los
otros que menciono, quizás los que más me convencen hoy sean Tarantino, Nolan,
unos sorprendentes Neil Blompkamp y Jeff Nichols, y mis parcialmente
idolatrados Wong Kar-Wai y Tim Burton y el ya citado Almodóvar, a quien debo mi
afición e interés por esta sorprendente industria.
Actores. Gente sorprendente en pantalla,en la vida serán lo que
sean, pero en escenario son tremendas bestias casi todos ellos. No quiero
pensar en las horas de espejo, que no te dejan mirar tu mirada porque estás
mirando tus muecas, cuando haces cara de lo que sea en un ambiente tan poco
propicio como el decir de un tercero ¡Acción!, y ¡ahí me pongo yo! con lo que
sea; admirable, tienen mi mayor gratitud, por encima de director y al mismo
nivel del guion si éste es perfecto, sinó muy superior, siempre que trasladen
lo que se les exige, que sea creible, que sea excelso, porque no hablamos de
teatro, hablamos de cine. Admiro los actores, me encantaría que cualquiera de
mis hijos lo intentara. Jamás, jamás se lo diré, ni insinuaré, que sean lo que
quieran ser, nunca van a leer lo que escribo, parecido a páginas de un diario
secreto, con lo antagónico que en cierta y pública medida es facebook.
No hablaré de tecnicismos porque como he dicho al inicio nada sé
de cine, nada sé de fotografía, otra ciencia que cuando un día intenté penetrar
desistí por su tremenda complejidad; nada sé de iluminación que diste de
adquirir una bombilla de bajo consumo para pagar menos a los que me roban un
mes sí, y otro también; algo sé de montaje porque me gustan los efectos más
accesibles e intentar imitar genios; un mucho sé de distinguir qué música,
efectos, sonido y sonido de ambiente en función de mi percepción, me gusten o
no, que eso ya no es percepción, es preferencia o apetencia.
Una opinión que no consejo, a quién lo lea y haya llegado hasta
aquí, que deje la pereza en un baúl e intente ver las obras en v.o., uno se
acostumbra, lo mismo que con los trackballs, que nunca han triunfado y de los
que jamás prescindo por el dolor de muñeca que te ahorras con el paso de días
de calendario, es la única forma de disfrutar el orgasmo con la certeza de
haber alcanzado el clímax que te han obsequiado.
Y como bien dice, o decía, un programa de Tv ¡Qué bonito es el
cine! (Hace años que no miro Tv, vaya paradoja ¿no?, ni telediarios, y me gusta
la publicidad, pero no anuncios que interrumpen mi lectura de forma maleducada;
tanto es así que me enteré de lo Charlie Hebdo a los dos días y la vida sigue
igual, se lo prometo, créanme)
Ahora, fruto de insomnio voy a ver "Sólo los amantes
sobreviven" ya contaré.
Y como de cine hablo, un travelling excelso dejo de Orson Welles
en su muy apreciada "Touch of evil" (Sed de mal)
Travelling (Wikipedia): En el cine se desplaza a menudo la
cámara con las manos y andando, para conferir una impresión más realista a las
imágenes. Sin embargo, este modo de desplazamiento no se considera un
travelling. Finalmente, existe también el travelling realizado desde una grúa,
que puede llegar hasta el nivel del suelo, levantarse hasta una altura
considerable, y girar en todas las direcciones.
Un buen travelling pasa generalmente desapercibido al
espectador, quien se encuentra inmerso en la acción, pero contribuye
considerablemente a amenizar la película desde un punto de vista fotográfico.
Pd.
Eso que pensamos a veces, yo lo he pensado en más de una ocasión, que de volver
a nacer, ¿qué desearíamos mutar?; Lo tengo claro, incrementaría mi vida, que no
felicidad, haber sido el niño de "Cinema Paradiso", haber tenido por
tutor a Alfredo, escrito con todo el permiso y comprensión, por injusto que
sea, de mi añorado y siempre querido abuelo Joan.
"Perdida" (2014) David Fincher (EEUU) Debería revisarla en v.o. para juzgar con criterio a Rosamund Pike. Por el resto ya vale lo que opino. Así, de pasada, no está mal, vale para una sobremesa larga, pero tampoco es nada del otro jueves.
Película de David Fincher, que entre otras tiene en su haber, "Seven", y la buenísima "El club de la lucha", buena tarjeta de presentación. Y ya dice el dicho que más vale caer en gracia que ser gracioso, porque los críticos, en bloque, se ponen de su lado loando aquello que es normal a nivel sobrenatural. Actuaciones; me quedo con la de Carrie Coon en el rol de la hermana melliza de Ben Affleck, por paliza. Resultan interesantes los pechos de Emily Ratajkowski, que sobraban, pero ya que los muestra pues no cierras los ojos, para qué, es una bonita imagen. El rol del abogado, Tyler Perry, es exótico, demasiado hilarante y vendedor de estereotipos yanquis. La investigadora policial, Kim Dickens, una maleducada que parece que en el extremo de una extremidad superior lleva pegado de forma perenne un vaso de cartón con un supuesto café, desacertado y terriblemente falto de respeto cuando entras en una vivienda que acaba de denunciar una desaparición, no sé a ustedes pero a mí no me gustaría, creo que se lo diría a la de ¡ya!, pero bueno dejémoslo pasar. Rosamund Pike, lo hace bien para lo que el guion le deja, pocos diálogos, muchos silencios y tiene un algo que me chirría, no sé el qué, pero no consigo apreciar o valorar el talento que debe poseer; las caligrafías me encantaron, desconozco de quién serán pero me encantaron, que letra tan bonita, legible, clara, armoniosa, pero demasiado poco para ensalzar una obra de 2 horas y media. Ben Affleck, tiene actuaciones mejores, no está mal, pero tampoco me convence aunque el guion tiene también su parte. Neil Patrick Harris, muy elegante, más lo es Colin Firth, pero su porte erguido, sus elegantes gestos, su estlizada figura me recuerda David Niven; de su actuación, mejor lo omitimos que el guion es el que es, y ya se dice que de dónde no hay no se saca.
Cuando se conocen, son demasiado perfectos, demasiado hábiles con las palabras, puede ser, pero se me hace dificil de creer, antes me quedo con la elegante puesta en escena de un Brad Pitt que hace tambalear la cabeza de Claire Forlani durante un desayuno en "Conoces a Joe Black", más mundano, menos ingenioso y más posibilista en términos de universalidad. No obstante, no todo es malo, o regular, ya que me fascinó la escena en la que ella, Rosamund Pike, le dice a un desinteresado y voluntarioso Ben Affleck, un "me gustas mucho" muy apropiado, bien actuado, creible, acertado, pelín interesado y humano. El guion nos exhibe un coito de campeón, con la que se te viene encima, la sangre te fluye sin compasión para ejercer el rol que nos concedió la naturaleza, es mi héroe de sábanas, al nivel del que Michael Douglas le obsequia a su psiquiatra favorita en "Instinto básico".
En resumen, al guionista la imaginación no le fue otorgada con tiempo suficiente para completar una buena historia, quedando con flashes de algo que quiere y no alcanza. Creo que, si me aburro, vuelva a verla en v.o. para calibrar diálogos y salvar más a los actores, sobre todo prestaré más atención a Rosamund Pike, su gesticulación y actuación en general, que puede se me pase por alto y sea injusto en mi comentario. El final, pues al nivel de la película, pretencioso por pretender terminar a lo exorcista, y no, ni está a su nivel, ni se lo merece la historia.
Prefiero por ejemplo "Lo que la verdad esconde", "Winter's bone" o incluso la falsa, pero interesante, "Fracture"