Jurassic
Park (4) - Jurassic World (2015) Colin Trevorrow - EEUU
Hoy los niños se lo han pasado a lo grande. Era ver sus
caras al salir y antes de darme tiempo a preguntarles nada me espetan mayor y
mediano: ¿vemos ahora otra? Con eso todo está dicho.
Vayamos a la peli. He salido satisfecho del blockbuster, uno
en toda regla. En esta saga, la más endeble fue la tercera. Aquí, el guion tira
sin remilgos de Isla Nublar y el experimento jurásico inicial. Lo cierto es que
ha tenido algún que otro detalle que me ha cautivado. La llegada al parque de
los turistas es de documental, el movimiento en pantalla es monumental, los
detalles de merchandising igual que reales; han dibujado el cartón piedra
perfecto para un parque, uno muy amable, apenas hay barreras, la gente no sólo
mira, toca, juega, se divierte. Desde luego todo este ensamblaje me ha
impresionado. Las atracciones, bueno, la atracción que todo el mundo ya ha
podido ver en el trailer, pues vale también, lo compro. Ya intuyes que ese
charco volverá de nuevo a pantalla, sin ser Sherlock por descontado. Tecnología
por doquier, no hay robots, pero hay monorraíles, hologramas, vehículos
futuristas, obras de ingeniería para desplazar tribunas,... Excelente.
El director parece sea Spielberg en lugar de Trevorrow,
tiene instantes de esa magia que sólo acreditan los que saben pensar con la
imaginación de un niño, ese don que siempre ha tenido el Spielberg aventurero
del Jones, del tiburón, de ET, de Jurassic Park; he aquí otra más para una
lista de este estilo. Me muerdo algún dedo para impedir escribir lo que me
gustaría, algún detalle mágico. Bueno, lo escribo, total, no es spoiler para
nada. Cuando la gente entra al parque, en el barullo de todos por aquí, todos
por allá, de repente ves a vendedores de bebidas, de souvenirs y uno andando
con un globo que resulta ser un Dinosaurio en el que las patas son simples
estelas de papel. Los creativos son el copón. En otra, cuando acceden a las
antiguas instalaciones del Jurassic Park inicial, en ese hall que cobijó el épico
final, ese de claro homenaje a "Cuando los dinosaurios dominaban la
Tierra", vemos los dibujos de los bichos en la pared, sale uno, sale otro,
y a media luz aparece la silueta de perfil de un velocirraptor, está tan bien
hecho que estás esperando eso de: "y ahora va a mover un párpado y no será
un dibujo", no es spoiler porque tampoco os cuento si se cierra o no el
párpado, que cada cual lo mire y experimente. Bien hecha por el tipo de
película que es y que pretende ser.
El guion. Pues entre flojo y previsible. Es mucho mejor lo
que han hecho que lo que cuentan. Ya se sabe que no vamos a encontrar una trama
con fundamento, y pese a que en algún instante atisbas algo racional, todo el
resto es para dotar los minutos de alguna sonrisa, acciones excéntricas de
algún mecenas, el personaje pérfido y malvado de incompasión perenne, los
padres de dos niños en similitud relacional a la tercera, la tía de los niños
que siendo directora de una monstruosidad pasa por dejar al género femenino con
mando y sin criterio, el cachas que se batirá el cobre, el Omar Sy que se
especializa en roles de relleno que no van a ninguna parte (ver "Good
people", bueno, esa mejor no verla a no ser que seas un enfermo del cine).
No cabe preguntarse por nada, es un cuento y como tal lo tenemos que ver. Si
nuestra intención es llenar mochila con enjundia ésta quedará casi vacía, algún
detalle en referencia la genética en ese cobrar valor más allá del valor,
cierto en atención a la ciencia y al científico. Da igual, veremos dinosaurios,
veremos el T.Rex, unos cuantos Ptrosaurios y bastantes más, incluso enseñaran
atracciones tipo montar en poney, atracciones que considero tan crueles como
los animales enjaulados, pero que si no atiendes a la crueldad pasa por
atracción festiva, de ese sentimiento de querer un cachorro en casa al que no
se le presta atención cuando crece. No sería muy feliz de pasear a mis hombros
a unos cuantos monos cada 20' de 8:00 a 20:00 cada día, pero es lo que hay
hasta que sepamos ser más personas.
Actores. Chris Pratt no entra entre mis favoritos pero de
largo es el mejor de toda la obra. Da una imagen correcta, actúa bien en
consonancia a lo que debe, está cachas y así debe ser; me resultaría dificil
imaginar en ese papel a Steve Buscemi por ejemplo. Bryce Dallas Howard tiene
que lidiar con las exigencias del guion, se defiende, gesticula bien pero no
disciernes si plantea una comedia o un drama, y aunque cuento, si fuera en
serio, hablaríamos de drama absoluto. La veremos de nuevo en poco tiempo con
Cillian Murphy en una y con Robert Redford en otra, a ver si alcanza de nuevo
lo que ofreció en "El bosque" de M. Night Shyamalan. Omar Sy, como ya
he dicho sólo está para conformar nota racial, un personaje sin pena ni gloria,
de poco minutaje al que no le saca nada de nada. El resto actuaciones son
marionetas previsibles de tampoco mucha enjundia y llegamos al par de hermanos
que cumplen con su cometido, nada extraordinario pero correcto.
Resumen. Cine de tarde de domingo, de familia, de palomitas,
de pasar un buen rato sin esperar más que una distracción mental. Si lo valoro
como cine, en su globalidad, el 6.5 lo tiene conseguido, alcanza lo que
pretende, está bien hecha, decorados faraónicos, las llanuras llenas de hierba
parece que hayan sido arregladas por ejército de jardineros pero pase también.
Es una película muy exigente con los que somos padres, en mi opinión, todos los
que lo somos con críos entre los 8 y los 13 años estamos obligados a llevarlos
para que también tengan en años venideros la gratificante sensación de quedar
transportados a una infancia bonita, esa de tardes que no se compran con
dinero, que fijan recuerdo y te hacen sentir niño de nuevo. A mí me ocurre con
algunas de romanos, de ese Godzilla cartón piedra, o de esas aventuras del
Stewart Granger, John Wayne, Charlot, y unos cuantos más, en mejores días, días
en que por menos te daban programa doble, terminabas justo de comer un domingo
y te ibas al cine del colegio para pasar desde las 4 de la tarde hasta las 8,
comiendo pipas, comprando algún helado de hielo y esperando ver a esa niña que
va al colegio de al lado y que también suele venir con su hermano mayor.
Pd. En el parque no entran pobres. No hay atisbo de miseria
en el entorno de Isla Nublar. Nadie pidiendo limosna, rebuscando en papeleras,
vendiendo pañuelos de papel o tocando instrumentos musicales. Si así es la
ficción del futuro, pues bienvenida sea también.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Todo vale, la opinión y el pensamiento es libre. El respeto forma parte de como cada uno entiende la vida con uno mismo y con los demás.